Muchos planteamos nuestros propósitos en septiembre, porque nos gusta inventarnos fechas y nos parece un buen momento para “empezar el año”. Pero, aunque nos queramos engañar a nosotros mismo, sabemos que el año no comienza hasta que no volvamos a la oficina y quitemos toda la decoración navideña del despacho. Era tan bonito trabajar con el muñeco de Navidad en la esquina del escritorio…
Una pregunta… ¿Cuántos seguís con el árbol montado? Defendiendo con los peores motivos que existen que tu espíritu navideño es tan grande que lo vas a tener montado hasta febrero.

Lo que más destaca de enero, dejando a un lado el árbol de Navidad, son los propósitos. Ir al gimnasio, ser más organizado, llegar antes a la oficina, estudiar un idioma que nunca utilizarás… Pero también hay otros tipos de propósitos que nos pueden ayudar día a día a mejorar en nuestro ámbito laboral. Te proponemos los siguientes:

1.- Cobrar más. ¿A quién no le gusta ver su nómina incrementada? Pero… ¿a quién no le da miedo hablar con su jefe para pedir ese aumento? Desde aquí te enviamos toda la valentía posible para poder hablar con él.

2.- Ser más productivos. Aceptémoslo, nos encanta “perder el tiempo” en el despacho. Nos agobia la carga laboral que soportamos y ello deriva a que baje la productividad. #CenterConsejo una agenda o libreta donde puedas apuntar todas las tareas que tienes que realizar. Ir tachando las tareas nos ayuda a subir la productividad y a estar más motivados.

3.- Cuidado con el teletrabajo. Cambiar la oficina por el hogar puede ser una ventaja, pero también pasar que el trabajo domine tu hogar y se adueñe de tu vida. Separa ambientes, y en caso de no poder hacerlo, la mejor opción es alquilar un workspaces.

4.- Reducir el estrés. Tu vida personal tiene que ser propósito básico. Hablamos de la carga laboral anteriormente. Es hora de pensar en contratar a alguien. Sí, supone un coste, pero también un beneficio. Si las llamadas suponen una carga brutal en tu trabajo, es hora de contratar nuestra oficina virtual. Estad atentos porque en próximas publicaciones hablaremos muchísimo de ella.

5.- Mejorar y gestionar tu bienestar financiero. Si la subida de que hablábamos en el punto 1 no es posible, es hora de controlar los gastos innecesarios, de planificar nuestro futuro pensando en la jubilación, o, simplemente, ahorrar un poco para gastos necesarios inesperados.

 

Cuéntanos, ¿cuáles son tus propósitos? ¿Son todos personales o también hay laborales?