El registro de la jornada laboral nace de un abusivo registro de horas extras que se realizaron en España, un total de 6,5 millones de horas extras a la semana en 2018, de las que el 48% no se abonaron.

“Basándonos principalmente en la cantidad de horas extras que se realizan en este país a la semana, queda claro que era necesaria la existencia de este registro del control horario de los empleados en las organizaciones”, señaló Víctor Monreal, Jefe Territorial de Inspección de trabajo de Guipúzcoa, durante la jornada organizada por APD en Bilbao ‘Las modificaciones legales en el registro de la jornada laboral’.

“De esos 6,5 millones de horas extras, aproximadamente 3 millones no se abonan de ninguna forma. Si se traduce en puestos de trabajo, hablaríamos de que con esas horas extras se podrían generar 74.000 empleos. Si a esto se suman el volumen de las horas extra pagadas o retribuidas, hablaríamos de un total aproximado de 160.000 empleos”, añadía el experto.

En esta misma línea, Monreal afirmaba que estas horas extras que no se retribuyen de ninguna manera son realizadas por unas 400.000 personas. Unas horas extra que han crecido en 2018 con respecto al ejercicio anterior casi un 5%.

 

¿Qué modelo debemos elegir para nuestras empresas?

Da lo mismo si es digital o no, lo importante es que siempre en este registro se cumplan dos requisitos: fiabilidad e invariabilidad.

“La cuantificación ordinaria y extraordinaria del control horario de los empleados no puede quedar en manos del empresario al igual que no puede verse modificado el registro a posteriori por parte del empresario. Además este registro debe siempre conservarse en el centro de trabajo a disposición de la inspección que intentará actuar con prudencia y mesura”, insistía.

Al igual que Monreal, José Ramón Mínguez, Socio del Área Laboral de Bufete Barrilero y Asociados, afirmó en el mencionado encuentro que es indiferente un modelo de control manual que digital: “Aunque en función del volumen de plantilla, del colectivo en el que se opera o de la tipología de la jornada, es preferible optar por un modelo u otro”.

¿Cuál es el objetivo de este control?

“Hay un uso y abuso de horas extra en este país y es una cuestión que hay que abordar y controlar. Se necesita un límite, ya que no se puede seguir así”. Así, en opinión de Mínguez, “este control, que tiene que servir para la empresa privada y también para la parte pública, tiene una carga ideológica clara y un marcado carácter recaudatorio”.

Este control ha venido para quedarse y no se puede tomar a la ligera, hay que intentar higienizar el sistema

“Es importante la precaución que hay que tener con el control de las horas extras ya que la inspección en una primera etapa irá a buscar lo más ‘gordo’”, insistía el experto, recordando que la normativa irá progresando: “Este control ha venido para quedarse y no se puede tomar a la ligera, hay que intentar higienizar el sistema”.